La donación de órganos, tabú y salvavidas
![Jefferson tiene dentro de su brazo una fístula para realizarse la diálisis. Orlando Amador y archivo particular.](https://revistas.elheraldo.co/sites/default/files/styles/606x330/public/2016/01/05/articulo/606x330xsin_titulio-2.jpg,qitok=HhyoXiDB.pagespeed.ic.oCcPILrkhq.webp)
Por: Orlando Amador y archivo particular.
Jefferson Cuesta Ramos espera un riñón desde hace 15 años. Su madre y su abuela murieron de insuficiencia renal, enfermedad que él padece también y que consiste en la pérdida de la capacidad de los riñones para eliminar los residuos y toxinas del cuerpo.
Tres veces por semana, Jefferson debe trasladarse a un centro especializado en el que le practican una diálisis, proceso que dura cuatro horas y que permite limpiar la sangre de desechos. Si no lo hace, puede morir en pocos días, y esta es la realidad que muchos pacientes renales enfrentan.
“Esta enfermedad viene con complicaciones de todo tipo. Tus venas se resienten después de un tiempo por la cantidad de inyecciones que te ponen. También afecta de manera emocional y a la autoestima. Además, es costosa, muchas personas sin recursos dejan de hacerse el tratamiento y mueren. Lo he visto. Conseguir un órgano es muy difícil”, cuenta. Sin embargo, su semblante se ve tranquilo, ya que –confiesa– siempre ha intentando mantener el ánimo arriba, pese a esta dificultad que la vida puso en su camino.
Este 2016 puede ser un año diferente para Jefferson y para las más de 2000 personas en el país que llevan días, meses o años esperando un órgano para poder vivir mejor o, simplemente, para vivir.
Ley que salva vidas. En la tercera semana de diciembre de 2015, el Congreso de la República aprobó con un último debate el proyecto de ley presentado por el representante a la Cámara Rodrigo Lara, que elimina la obligatoriedad de la aprobación de los familiares de una persona que fallece para que sus órganos puedan ser donados.
Es decir, después de la conciliación con la Cámara de Representantes y la sanción presidencial, alrededor de marzo de este año, todos los colombianos serán potenciales donantes de órganos, a menos que en vida expresen lo contrario. El consentimiento de la familia solo será tenido en cuenta al tratarse de menores de edad.
“Desde el sector médico tomamos esta reforma a la ley muy positivamente. Hay tantos pacientes a la espera de un órgano para vivir y tan pocos donantes. Tenemos que eliminar el tabú sobre nuestro cuerpo y el de nuestros seres queridos. Al donar un órgano se le preserva la vida a un hermano, a otro ser humano. Aquí entran muchas variables religiosas y científicas, que siempre tienen sus desacuerdos, pero el espíritu siempre estará intacto y le pertenece al creador”, expresa el doctor diplomado en nefrología, Orlando Maiguel, que supervisa las diálisis de 90 pacientes diarios en el centro especializado Fresenius, en Barranquilla.
Buscando la solución. Jefferson no pierde la esperanza, aunque el camino haya sido muy duro. Años atrás, cuando su mejor amiga participó en el reality Bailando por un sueño, para conseguir un donante, su caso tuvo tal acogida que recibió apoyo para entrar a un listado de pacientes en espera de un órgano.
Sin embargo, conforme fue pasando el tiempo, y después de “miles y miles de exámenes”, la clínica a la que había aplicado lo dejó de llamar.
“Yo simplemente seguí con mi vida, pero el cuerpo va cambiando y ya no tengo la misma energía de antes, pese a ser joven y activo. Otra cosa muy injusta de esta enfermedad es que es muy clasista, se ve que las personas con facilidades económicas consiguen órganos superrápido, mientras son cientas sin recursos los que mueren en el intento”.
Las cifras...
..según datos del Instituto Nacional de Salud...
-Por cada millón de personas hay siete donantes.
-La negativa familiar a la donación de órganos tuvo su mayor porcentaje en la Región Caribe, según una encuesta realizada en 2014.
-72 personas murieron en Colombia esperando un órgano en 2014.
-La mayoría de donantes en 2014 fueron de estratos 2 y 3.
La historia de Adriana...
La presentadora del programa de RCN ‘Muy buenos días’ Adriana Betancur vivió dos años creyendo que tenía lupus por un mal diagnóstico médico. Al ser hospitalizada por altos índices de creatinina en su sangre, una sustancia del cuerpo que mide el buen funcionamiento de los riñones, se determinó que estos funcionaban en un 3 por ciento y le fue diagnosticada una enfermedad autoinmune, una de las muchas causas de insuficiencia renal. “Empezaron las diálisis y un año y medio después recibí un riñón que cuido como a mi vida, porque es mi vida. Yo vivo agradecida con mi donante y su familia. Opino que esta ley estaba demorada, porque ya está en práctica en otros países”.