Cálculos renales: Hombres jóvenes los más afectados

15.05.2015 22:49

Patología puede producir pequeñas molestias, intensos dolores e incluso, la pérdida del riñón, advierte Juan Carlos Frías, urólogo de Clínica Vespucio. Un 10% de la gente posee cálculos pero no todos lo saben pues mientras están en el riñón, estos son asintomáticos, remarca.

Los cálculos renales son pequeñas piedras que se forman en los riñones debido a una sobresaturación o una concentración de la orina. Estas sales se solidifican y crecen, y con el tiempo se transforman en piedras. De ahí emigran hacia afuera del órgano y en este camino, producen un cuadro de dolor insoportable.

Todas las personas tienen la posibilidad de contraer cálculos, pero existe un grupo de personas en que el riesgo es más alto.

Juan Carlos Frías, urólogo de Clínica Vespucio, dice que en su mayoría son hombres los que sufren el problema.

Se trata de adultos jóvenes con malos hábitos alimenticios y poca actividad física. La razón más recurrente de formación de las piedras renales es el bajo consumo de líquido, pues esto facilita la solidificación de los fluidos, y también la vida sedentaria, remarca.

ASINTOMÁTICOS

Un 10% de la gente posee cálculos pero no todos lo saben pues mientras están en el riñón, estos son asintomáticos.

La gran mayoría son piedras pequeñas que no se sienten hasta que empiezan a salir por el uréter para llegar a la vejiga, y es en este trayecto cuando se produce el llamado “cólico renal”. Este es un dolor muy agudo e intenso.

 El tratamiento para los cálculos depende del tamaño, la ubicación y la repercusión que este tenga en el riñón y en la vía urinaria.

“Los cálculos pequeños menores a cinco milímetros pueden producir gran dolor, pero lo recomendable es dejar que el organismo solo elimine el cuerpo extraño de forma espontánea. En este caso, el médico le proporciona al paciente un tratamiento para manejar el dolor, que dilate el uréter para que el cálculo se elimine más fácilmente. A eso se le llama terapia expulsiva”, señala.

Si el cálculo es mayor, la probabilidad de expulsarlo es baja. “Para estos casos, se aplica un tratamiento endoscópico que dependerá de la ubicación del cálculo. Se ingresa a través de la uretra y se fragmenta con un láser. Si las piedras se encuentran adentro del riñón o en la primera parte del uréter, se utiliza un procedimiento de litotricia extracorpórea a través de ondas de sonido, esto permite fragmentar el cálculo con ultrasonido”, detalla.

Después  de atacar el cálculo, hay que cerciorarse de que este se elimine del organismo a través de la orina. La manera más fácil es que el mismo paciente vea cuando se expulsan. Una piedra que haya quedado en la vía urinaria podría obstruir y actuar como un tapón, sin dejar que la orina pase hacia abajo. Esto podría ocasionar incluso la pérdida del riñón.