Buscan alternativas para pacientes renales del Hospital Santo Tomás
Urania Cecilia Molina 09 ene 2018 - 00:05h
TEMAS:
Hospital Santo Tomás
Autoridades médicas del Hospital Santo Tomás manifiestan que la sala de hemodiálisis funciona con tres turnos para agilizar la atención, sin embargo, la demanda es elevada.
Autoridades médicas del Hospital Santo Tomás manifiestan que la sala de hemodiálisis funciona con tres turnos para agilizar la atención, sin embargo, la demanda es elevada. LA PRENSA/Archivo
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Las autoridades del Hospital Santo Tomás (HST) buscan alternativas para mejorar la atención de los pacientes con insuficiencia renal, debido a que la demanda supera la capacidad de su sala de hemodiálisis.
El director de este centro hospitalario, Ángel Cedeño, reconoció que los pacientes tienen motivos para estar inquietos. A raíz de esto, subrayó, a algunas de las personas hospitalizadas se les prepara para que puedan seguir su tratamiento en casa, y se coordina para que, en el caso de las que proceden del interior, sean atendidas en sus regiones.
Este hospital tiene a 220 pacientes en el programa de nefrología.
SATURACIÓN
La sala de hemodiálisis del Hospital Santo Tomás (HST) se quedó chica frente a la demanda de pacientes que requieren un riñón artificial para limpiar su sangre.
Esta instalación tiene una sala fija con 38 máquinas de diálisis, y los pacientes que necesitan de este servicio son alrededor de 220; todos ellos no asegurados.
Pedro Vargas, integrante de la Asociación de Pacientes y Familiares con Insuficiencia Renal Crónica, denunció que la falta de espacio obliga a las autoridades del hospital a mantener recluidos a los pacientes críticos.
Vargas explicó que los hospitalizan para poder darles el tratamiento, pero no siempre logran hacerlo de forma oportuna.
Recordó que en diciembre de 2017 varias personas con insuficiencia renal crítica que estaban hospitalizadas salieron a protestar, en busca de una respuesta de las autoridades. En este grupo se encontraba Enrique Martínez, de 35 años de edad, quien desde hace 20 días recibe el tratamiento a través de riñones artificiales.
Martínez, oriundo de la provincia de Darién, informó que llevaba nueve meses hospitalizado, con el cuerpo “hinchado” por la falta de oxigenación en la sangre, a pesar del apoyo que recibía del personal que lo atendía.
Agregó que después de la protesta logró ingresar al programa de atención, y que de aquellos pacientes que protestaron junto con él todavía quedan algunos hospitalizados.
Para desinfectar su sangre, solo en transporte Martínez gasta 15 dólares cada vez que viaja desde Chepo, donde reside, hasta el hospital.
LAS ALTERNATIVAS
El subdirector del HST, Luis Carlos Bravo, manifestó que en el segundo semestre de 2017 abrieron una sala para mantener hospitalizados a los pacientes con fallas renales.
Detalló que esta sala tiene 30 camas nuevas, las cuales están ocupadas por pacientes con problemas renales a quienes les brindan atención hasta que puedan ser redirigidos hacia sus áreas de residencia.
Bravo indicó que si las personas son del interior y están en diálisis se pueden reprogramar para que reciban la atención en los lugares donde residen, con lo cual mejora su calidad de vida.
Como ejemplo, dijo que en Penonomé, provincia de Coclé, y en la provincia de Veraguas, existen salas de hemodiálisis en las que, “previa coordinación”, le prestan este servicio a pacientes no asegurados.
En tanto, el director del HST, Ángel Cedeño, reconoció que aunque la sala de hemodiálisis funciona con tres turnos, el número de pacientes sobrepasa la capacidad instalada.
Cedeño justificó el malestar y las quejas de los pacientes, pero aseguró que hacen todo lo necesario para minimizar este problema.
Indicó que uno de estos esfuerzos es educar a los pacientes para que se hagan la diálisis en sus hogares, para lo cual se requiere una evaluación de la vivienda, a fin de determinar si cumple con las condiciones de salubridad para mantener limpio y desinfectado el catéter (dispositivo que se usa para mover la sangre del paciente hasta la máquina de hemodiálisis).
El director del hospital aseguró que están educando a tres pacientes por semana en el tema, como una alternativa para bajar el hacinamiento.
El RIESGO
La insuficiencia renal crónica es una enfermedad que se caracteriza por la pérdida de la función del riñón y está asociada a enfermedades conocidas como la hipertensión arterial y la diabetes.
De hecho, Francisca Riquelme, quien lleva dos años en hemodiálisis, mencionó que la presión alta fue el detonante de su enfermedad.
Riquelme afirmó que su presión arterial se mantenía “altísima”, a pesar de que tomaba medicinas, y no prestó atención al problema. Finalmente, terminó padeciendo insuficiencia renal crónica.
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